Se acerca la llegada del invierno y es hora de poner tu casa a punto para el frío. Desde SIA2000, empresa de limpieza en Sevilla, te damos algunos trucos caseros para limpiar las alfombras.

1. Mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre: estos dos productos son perfectos para eliminar las manchas complicadas de nuestras alfombras. Puedes aplicarlo sobre toda la superficie, añadiendo un poco más sobre las manchas, y dejarlo actuar durante un rato largo (dos o tres horas aproximadamente). Después, solo tienes que retirarlo con un cepillo  o con la propia aspiradora, y no te quedará ningún olor impregnado gracias a la acción del bicarbonato de sodio.
2. Bicarbonato de sodio con harina de maíz: otra manera de utilizar el bicarbonato de sodio para eliminar manchas de alfombras, es mezclarlo con harina de maíz. Así, debes crear una pasta en la que hayas añadido el doble de harina de maíz que de bicarbonato de sodio. Después, aplica la mezcla sobre un paño húmedo y frota la alfombra al completo con él, dejándola secar durante seis o siete horas. Para eliminarlo, utiliza la aspiradora.
3. Vinagre y sal para manchas difíciles: esta solución es perfecta para quitar las manchas de vino que hayan podido quedar en tu alfombra tras una celebración o una cena en tu hogar. Haz una pasta mezclando estos dos productos caseros y aplícala sobre la mancha, dejándola actuar durante una media hora más o menos. Después, retírala con agua con gas o un paño húmedo, ¡La mancha habrá desaparecido!
4. Alcohol con agua: esta es otra de las mejores maneras de eliminar manchas difíciles de alfombras. Para ello, solo tienes que mezclar estos dos productos y, con un paño mojado en la mezcla, frotar sobre la mancha de la alfombra. Recuerda que debes hacerlo siempre en la misma dirección que el pelo de la alfombra, para evitar su deterioro o desgaste.

1. Golpear la alfombra con un batidor de alfombras: hazlo en la terraza o el jardín para evitar que el polvo quede dentro de tu habitación e impregne toda tu casa. Cuanto más frecuente y enérgicamente lo hagas,  más polvo eliminarás y evitarás la gran acumulación del mismo en tu alfombra (que después sería más fácil de eliminar).
2. Vapor: para eliminar el polvo el vapor es infalible. Puedes comprar un aparato limpiador a base de vapor en cualquier tienda de electrodomésticos, y utilizar éste no sólo para las alfombras, sino también para cortinas, sofás, colchas, etc.

Limpiar puede parecer una tarea sencilla, pero no lo es. A menudo cometemos errores o nos olvidamos de cosas sin siquiera darnos cuenta. Desde SIA2000, empresa de limpieza en Sevilla, te contamos hoy cuáles son algunos de los errores habituales que cometemos al limpiar la casa.

1. Usar productos equivocados: uno de los errores habituales al limpiar es pensar que cualquier producto nos vale, creyendo que todos desinfectan o que nuestros materiales no precisan de un cuidado especial. Sin embargo, debes tener cuidado en este sentido: ni todos los productos cuidan tu hogar, ni desinfectan. Lo mejor para corregir este error es consultar siempre las etiquetas de los productos y a expertos en limpieza para saber qué cuidado especial precisan los materiales de tu casa.
2. Limpiar mal el polvo: limpiar el polvo no es solo pasar el plumero por encima de los muebles. Hay que hacerlo de manera enérgica y, si lo hacemos con un paño húmedo además del plumero, el resultado es infinitamente mejor (ya que el polvo, en lugar de levantarse, queda atrapado en dicho trapo). Además, es muy habitual que limpiemos el polvo sin ningún orden, no teniendo en cuenta que, si lo hacemos de abajo hacia arriba, el polvo de arriba volverá a caer sobre la ya limpia superficie inferior. Por eso, recuerda que es mejor siempre limpiar desde arriba hacia abajo si quieres tener un resultado lo más perfecto posible.
3. No tener en cuenta el orden: seguir determinado orden a la hora de realizar las tareas de limpieza es fundamental para un buen acabado. Debemos recordar, por ejemplo, que la ventana es lo primero que debes limpiar en las habitaciones, ya que en ella se acumula más polvo que entrará en la habitación mientras lo haces. Además, si vamos a utilizar la aspiradora, es importante haber eliminado antes el polvo de la habitación, mientras que, si por el contrario vamos a utilizar la escoba y barrer, es preferible hacerlo antes y luego eliminar el polvo.
4. No secar bien las cosas: aunque creamos que con mojar determinadas zonas basta para eliminar las manchas, no es así. Si no secamos adecuadamente zonas como espejos o la mampara del baño antes de que se sequen por sí solas, habremos eliminado probablemente las manchas anteriores, pero habremos creado nuevas marcas a consecuencia de los productos utilizados. Para evitarlo, puedes secar la zona que sea con un trapo de microfibras para que no dejen polvo ni creen nuevas manchas.
5. Creer que la fregona es siempre la mejor opción: cuando vemos alguna mancha o dejamos caer algo sobre el suelo, lo más habitual es que corramos hacia la fregona despavoridamente. Sin embargo, es mejor parar un momento y analizar bien la mancha en cuestión. Si se trata de aceites, grasas o restos de comida, quitarlos antes con un poco de papel ayudará a que la fregona no lo extienda aún más por el suelo, pudiendo provocar un desastre mucho mayor.